Vaguedad

Estás hecha del sonido del piano y

de la risa de los niños

ya tu parpadeo suenan como batir

alas de ángeles.

Buscas lo que yo no tengo

tengo lo que alguien desea

y deseo lo que nadie tiene.

Me parezco al ritmo desconocido

y milenario de una tribu que

se tiene, pero le hacen falta

los espejos;

que se está acabando lentamente

           miren mis ojos morados

           y mis manos de anciana

           y mi paso de hoja en el desierto.

Me parezco al ruido agudo de

cuando se quiebran los espejos,

lastimosa savia nocturna,

movimiento cadencioso de cuando

los valses antiguos.

Desde esta salida de tu cuerpo

en que me habito sólo a ratos

conozco la boca mordelona de la nostalgia

y creo que tengo una vaga idea

de lo que es la lepra,

querido corazón abandonado.