El joven

Yo soy joven, es cierto,

poco entiendo de sonetos y metáforas,

entiendo al árbol y su sólido crecer,

poco entiendo de las leyes y la rima

pero he visto de frente al respeto y la lealtad

y he visto tomar de la mano a un par de novios;

no he nadado en ningún monte de dinero

pero he tocado la cabeza de mi hija

y puede que no sepa qué es un premio

pero tengo una mujer que es más que nadie.

Yo soy joven

y no sé del desarrollo y de la ciencia,

pero he visto cómo ha crecido mi familia

y cómo hemos inventado una manera de reír;

yo no sé de tecnicismos ni de astros,

pero he vivido situaciones para poder escribir

mil veces la palabra amor

y he visto a  mi madre caminar con brillo propio

y a mi padre amanecer sin ser aurora

y he visto a Dios al ver dormir a mis hermanos.

Sucede que la juventud es sólo un caso

que no tiene que ver con los saberes grandes

y científicos y ciegos y asesinos.

Sucede que saber es una limitante

que al amar se enfrenta y se desviste

y lo colma a uno de nociones

prejuiciosas, negativas y traidoras.

Al parecer,

es cierto.

Yo soy joven

poco entiendo.