“... de amores desamparado
de
amores; que no de amor...”
Jorge
Manríquez
Hay
una niña solar partiendo en el ocaso
durmiendo
con su padre
soñando
con la niebla
baja,
sale y me reduce
crece
entonces como un parque
en
el dolor
como
un miedo
y
por miedo estoy sin ella
y
por saber lo que ella no...
y
no entender lo que ella sí...
Se
presenta en mil ausencias
como
estrellas solitarias
como
yo extrañándola en mi cama
con
las lágrimas de amor
con
el corazón perdido
con
el cuerpo tan vacío
y
con mi niño imaginando...
imaginándola
en mi espalda
en
su final
y
entre mis labios
Ella
tiene otras cosas
yo
tengo a la nada
ella
baila entre la escarcha
yo,
un
paisaje y mi alma
ella
amigos, otros gustos
yo
un poema:
el
corazón.
(El
dolor me está turbando
poseyendo
quisiera
escribir con otras manos;
pero
estoy tratando de explicar
el
por qué me está faltando)
Voy
a decir que me palpita
que
me absorbe y me conquista
que
la pienso y mucho mas
tengo
unos celos de piedra
tengo
un amor inmortal
tan
inmortal que durará
hasta
que muera
y
mucho más
yo
estoy solo porque quiero
porque
está una decisión
o
dejarla ser lo que es
o
mimarla en este amor
(que
egoísta e incompartido
me
estoy viendo)
y
es tan tonto y tan sensible
que
tan solo sé
que
estoy
muriendo.
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