I.
Inicio suave despertando mi voz
y explico:
que te vi y estoy alegre
que he mirado tu sonrisa inofensiva
y que en mi pecho no termina de secarse
la humedad de tu imagen clara.
Yo no creo en el destino
y sin embargo creo
que teníamos que encontrarnos.
Desentumo la sangre que he guardado
por los momentos especiales
como tu dulce cara
nacida para mi tacto
flotando, inclinada para el beso.
Te estoy dando información de mis
espacios
de todas las sustancias que me habitan
de las razones de mi gusto por mirarte
de este acordarme de ti con fe y sin
frío.
tú me sabes;
pero todavía quieres probar la miel
y tienes un miedo natural a la eternidad
que te brinda el alimento del que nazco.
Estás elegida y radiante
estás hermosa y yo te pienso
y se me hace fácil la escritura
que los sentimientos mandan.
Si estuviera enfermo
me recetaría mirarte
si estuviera perdido
recomendaría buscarte
porque en realidad
lo que sostiene a los hombres como yo
son los sueños encarnados como tú.
II.
Quiero bordar en tu boca el beso
que nos libre de todo pecado
que nos proteja de los ruidos
y nos escriba en el pecho
de las cosas vivas…
De un beso tuyo es que hablo
de tu humedad de árbol amanecido
en las corrientes del otoño,
del viento que despides en tu vuelo
ancho y claro de manantial,
de tu inquieto mover por los pasillos
y los pastos de la tierra,
de tu mirada que me busca y sabe
que la miro,
de tu cuerpo en espera de la salvación,
de mi piel que te anhela hasta el
desvelo
de la pequeña inmensidad de tu boca
abriendo paraísos y liberando aves de
diferente colores.
Qué tranquila pareces cerca de mí
qué inocente luces a mi lado
y me abres el mundo
y extiendes la vida.
De un beso tuyo es que hablo
de bordarnos en piel los secretos del
amor
de no negarnos el sabor del labio
con jugo y color de fruta,
de convocar a la humanidad y a su
origen
hablo de que al fin podamos en nosotros
juntos
convertir el beso tuyo en nuestro.
III.
Pienso que me buscas
en cualquier año
en cualquier cuerpo
en cualquier mirada
pero yo estoy en ti.
Si te dicen algo, no creas nada
escucha mi voz, léeme en mis escritos
huéleme en el viento, pálpame en tu
boca
mírame en tu espejo, búscame en tu piel
que soy distinto y te conozco
porque he platicado con la
tranquilidad de tus pupilas
y parece que un solo ángel
nos guardara.
Y si aún queda un pedazo de la duda
pregúntame por mí
limpiémonos la cara y corramos
corramos que nos espera nuestro
encuentro
que “el hubiera” es la frase favorita
de lo ya perdido
de lo que no existe
de los que están muertos.
Invítame a ese alumbramiento de tu alma
a ese morir y renacer de tus momentos
libérame de estas sogas de sangre
arráncate un cabello para mí
desnúdate en la noche frente
a alguna de mis cartas
aumenta mi necesidad por escribir
instrúyeme en el mundo de lo bello
que los vivos y los muertos nos
envidien
que los monos y los peces
y las canciones de amor más conocidas
y los poemas más gigantes de la
historia
y las masas y los montes y los árboles
y los mares tengan celos de esta unión.
Si me ves realizando sueños
o cortando estrellas o flores
o si me ves pasando por un lado
pregúntame por mí
(que estoy en ti)
y luego
invítame a ese alumbramiento de tu alma
IV
No sé.
tienes el tamaño de mis manos
y el cuerpo labrado con el olor del mar.
Tu voz emerge como lanza
hasta mi pecho desnudo y se me entierra
hasta preñar mi garganta de sonidos.
(Yo no sé por qué estando juntos siento
a veces
que la misma madre nos parió)
Tenemos el don de dormir al día
en nuestras palabras
y la gracia bendita de tocarnos
a cualquier hora y cualquier lugar.
Tienes la sonrisa de planta gigante y
abierta
y los labios destinados a los besos
pero nada sabes, corazón; de las
semillas
y los buenos sentimientos con raíces.
Sin creer en la reencarnación
quiero morirme y
reencarnar para educarte suavemente
en los latidos de tu dulce corazón
arrebatado.
V
Conocí otro amanecer el día
que tus ojos sin motivos aparentes
se encontraron con los míos
y fuiste abierta como mano en el saludo
y yo fui voz que se agrandaba
cada vez que a tus oídos acudía.
(Los niños son sabios porque todo lo
preguntan
y felices porque inventan la verdad).
Yo recuerdo a veces que tu imagen
refresca como agua de destellos
y delirios a las venas de mi edad
y hasta me siento puro
y hasta me siento libre de mi piel
y de mi sangre.
Y ya creo que soy un arroyo de la
tierra
claro, ilimitado y de colores
pero me gusta
me gusta conocer tu sonrisa en libertad
y tus ojos sin receso cuando tu voz
despeina los espacios y revuelve
las moléculas del aire,
como queriendo que en todas las ventanas
de este mundo se escuche la canción
que tú pediste.
Te me figuras suave y tranquila
te me figuras un hermoso día
de aquellos en que sabes que todo
va a salir muy bien.
VI
La gente se asoma y pregunta
a través del movimiento al mirar.
Nosotros comemos y trabajamos
caminamos como si no debiéramos nada
y las cosas siguen naciendo;
la música en el aire
el aire en el respiro
y el respiro en la vida.
Tú crees que todo es gigante y
atractivo
y yo creo que me haces falta,
que todas las cosas son intrascendentes
y hasta inútiles
porque están perdiéndose el poder
mirarte
y no saben de tu olor a fruta
y por lo tanto no conocen la belleza.
Quiero que sepas que yo
solito en alguna mesa
en cualquier espacio
en el momento que sea, incluso
los que evocan malos pensamientos
me acuerdo de ti junto con mi cuerpo
y mi ropa y mi guitarra
y junto con las cosas que no tengo,
las que perdí y las que nunca han sido
mías.
De todas formas la tierra sabe
que haces falta.
Me preocupa que nos rebase la conducta
yo quiero que estés tranquila
y que te acuerdes de mí
que tengas por seguro que una voz
te está cantando desde lejos
¿o de cerca?
(esas cosas solamente tú las sabes)
Yo no quiero que te canses
que tu sonrisa yo la veo a toda asta
empujando el viento a su correr
¿qué no ves que estás viva?
¿qué no ves que eres
la vida?
VII
Estas ganas de escribir están realmente
fuera de mi control
¡benditas sean mis manos!
Yo con esta mortalidad a cuestas
tú con una bestia en los pies
yo con la inseparable insensatez de
este mi sueño
tú con los ojos desviados sin ardor.
Somos la pareja más distante
que he conocido
la que nunca se tocó
a la que le hizo falta la primera
de las palabras inocentes
de aquellas que nunca buscan nada
y ni siquiera nos encaja
¡ la palabra amigos
o cercanos !
Siempre ha habido -o debe haber-
momentos especiales para cada cosa
… y cuando sentí que no sería
ya no era
y aunque nunca hallamos sido
ahora no quisimos ser
(cómo me gusta enredarme de ti).
Sin estatuas para adorar
ni suspiros azarosos en espera
ni los clásicos temblores de las manos
y la piel
solamente la distancia
solamente nuestros cuerpos
que se buscan para evitarse.
Y ahora
ya no quiero seguir viendo
ni guardarte un pensamiento
en el paraíso de mis noches.
Despídete de ti.
Despídete de aquellos
que nunca pudimos ser nosotros.
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