I
La concha
de mar tiene ondulaciones en la piel
como aquellos
pequeños granos de arena
que
brillan en tus ojos apenas los toca el sol,
son
cristales que hacen juego en un vitral
en el que
se observan imágenes y sueños.
La concha
de mar es parte de lo que deseas,
guarda tus
secretos bajo su muralla de concreto marino
protegiéndolos
de huracanes y mareas.
II
Te voy a
dar conchas de mar
para
guardar a nuestro amor bajo el océano,
lo
cosecharemos paso a paso
para que
cada vez que lo abramos
sea una
perla que podamos colgar al cuello tuyo
y que al
mirarle en nuestros días
nos
enriquezcamos por el amoroso tono de su brillo.
III
Concha de
mar
cuida a mi
mujer de toda tempestad
de toda
muestra belicosa de la madre naturaleza,
protégela
de la desidia y de la ausencia,
revélale
la fruta marina que deseo,
demuéstrale
el inmenso amor con que la quiero,
así sabrá
que el encontrarnos es destino.
Platícale
a su oído hermoso
y
reconocerá en tu voz el amor que le profeso.
IV
Dejo el
espacio de las conchas venideras,
las gentes
se inclinará a su paso, cegadas por la luz,
será mi
forma de abrazar al futuro con una fe maravillosa.
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