sábado, 17 de agosto de 2013

Tarde y abierto

De la mujer de seda
                                                                                                          y el amigo de miel…
                                                                                                                                     Efraín Huerta

Con una fe divina
te canté hacia mis adentros
te canté sin verte en realidad
   con un ojo de niebla
y el otro en los labios de una bala mía
mágica y de amor.

Pero hoy que estoy tarde y abierto,
te miro desarmado
con la mirada del ciego
a las manos extendidas
con el temblor del niño
al cuerpo amable de calor…
    ¿Cómo paga la noche
    la serena luz lunar?
    ¿Dónde cobra el agua
     su bondad?
    ¿Es acerca de un pago
     o una cuota?

Si hoy fuera la noche de mi muerte
me elevaría en pura voz
    sin cuerpo
           en viento libre
                 ¡en voz!
y robaría
el último descuido
a mi silencio y mi cansancio
para cantar tu nombre
para cantar tu nombre.
Más casualmente hoy
es el día de mi vida

Imagina ¡Qué puedo hacer por ti!

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