Y
un día:
cuando
ella se mudó
no
miraba más la tierra
pero
hablaba y sonreía
era
de nuevo la misma
la
de siempre
la
de nunca
platicaba
con las flores
volvía
de nuevo a su antes
como
infectada de amnesia
poniéndole
lentes al ciego
trabajando
como abeja
Nadie
mira los corazones
Él
construía los dolores
minucioso
ante el amor
dialogaba
con sí mismo
aguantaba
todo el sol
perdidos
traía sus dos ojos
temblaban
de tanto buscar
sus
vetas se habían encontrado
y
el tallado estaba allí
sin
terminar...
sólo
el viento lo escuchaba
la
cascada fue su amante
la
nación su madre amiga
y
el bosque fue su canción
Así
se miraban
de
lejos
así
se querían
sin
estar
así
caminaban
en
sombras
porque
eran uno del otro
porque
uno y otro eran dos
no
dos diversos,
sumados,
sino
dos de corazón
Pero
nadie los veía
Él
se negaba a mostrarlo
y por eso lo perdió
ella
también se negaba
y
fue así como olvidó
ella
guardó sus aromas
él
los buscó y se cansó
él
se abrazó a sus ideas
y
entonces la niebla lo ahogó
o....
lo
dieron todo y tanto,
que
hubo un silencio
entre dos mundos
que se compaginan,
hijos
del mismo universo
lágrima,
ausencia, terror
amor,
ilusión, soledades
hablaron,
peleas...
adiós
él
espera que lo busque
ella
lo espera también
pero
lo que ellos no saben
es
que el tiempo se desamor;
viene
la duda, deseos
viene
el olvido, otro ser,
otra
mujer, otro hombre
y
lo escrito queda aquí
más
si ninguno luchó
esto
de alguna manera
¿no
se irá a repetir?
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