No
te extrañes
endulzada
de sueños
como
nativa de la fortaleza
con
tanto amor entre las manos
y
los ojos y tu vientre...
Terminas
el día
en
medio de tu tranquilidad
descubriendo
mis secretos
revolviéndote
en medio de la nada
yo
me escondo tras la puerta
que
mi desesperación evoca
Y
estás mirando a los niños
y
tú les trajiste la vida!
Yo
miro cómo se parte tu cabello
cómo
tu cuello se asoma
cómo
tus labios sonríen
a mis pestañas
quizás
porque me quiero reflejar
quizás
porque el silencio nos reúne
quizás
porque aún estamos existiendo
Hoy
amanecí queriendo verte
y
no lo descubrí hasta que te vi
quiero un pedazo de tu sonrisa
para cargármela en el cuello
quiero una semilla con tu imagen
para sembrarla en mi jardín
quiero una rama de tu cabello
para que envuelva, al enredarse,
todas las paredes de mi casa.
Quiero
un retazo de cercanía
¡para
mirarte con palabras!
para que escuches a mis manos
¡Cómo
nos acercamos
sin
tener en cuenta nuestro olor!
Lamento lo extraño de esta escrito
lamento
la rareza de mis ojos
lamento no arrancar la lejanía
lamento ver el mar
y no meterme
Pero
qué mejor pretexto que tú
para sacar los sentimientos
No
te extrañes
mujer
de la naturaleza
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