viernes, 23 de agosto de 2013

Digo te quiero

Digo te quiero
como pensando en árbol
como el que dice hambre
                y la tiene
o de la forma en que uno duerme
porque está cansado y no hay de otra.

También digo te quiero
para invocar los sueños
para estrellarme en tu pecho como gota
para no marcar los límites
para aceptar que no te tengo
para saber que nuestra fantasía
es la realidad más duradera,
y para entender que la razón
es demasiado grande y ciega
para comprender las pequeñas cosas
que dan la vida.

Digo te quiero
cual si fuera una plegaria
y el único sostén que no deja
que mi mundo se caiga;
como el motivo que alimenta
a la última esperanza
que lejos de ser de viento
come y bebe de las carnes de mi cuerpo.

Digo te quiero
como formulando una pregunta
cuya respuesta es ella misma
como viviendo de a poco la salvación
para evitar cualquier invierno de montaña
y para que si algo quiere lastimarme
venga mucho pero hermoso.

Digo te quiero
para seguir en esta vida;
que siempre, siempre, siempre
para hundirse en cada trago de lo malo
para pasar  lo duro de lo insoportable
siempre, siempre, lo único que queda
es el amor.

Por eso digo te quiero
para seguir haciendo temblar a Dios
en cada letra de mi eterno

intenso, inmenso amor.

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