viernes, 6 de septiembre de 2013

Petición

Doce mil trescientas ganas de besarte
a tiempos y destiempos,
mi lápiz que no deja de gemir
que ya te fuiste.

Yo que no tengo el tiempo medido
ni el voraz antojo de las células.
Yo que no tengo la característica
inasible de soñar.
Yo, que siento que te fuiste
         y que no me queda nada
         más que tu sonido de noche,
tu pequeño cuerpo de libélula fugaz
tus curvaturas de párpados
tus pantorrillas blancas y deseables.

Yo que en esta penumbra te nombro
como la mejor oración
         como el mejor destello de la luz
                   que con tus ojos
                            te veo partir
y me separas de las lunas de mi noche,
del abrigo miel de tu amparo.
Ya unos quinientos años no son nada.
Ya estoy anhelándote en tu partida y
que duermas bien,
que me pienses un momento
antes de encauzarte en el río de los sueños.
Que tus labios sean el postre de mis alimentos,
que tú, toda tú
         seas la entrañable sonrisa
                   que me sostenga.

Que nada nos encuentre,
que no haya prisas
ni que vivamos en la casa de lo fugaz.

Que puedas ser,
que pueda ser,
para que podamos llegar

a ser Nosotros.

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