Escúchame;
nuestra
casa tiene una torre
frente
al mar,
tres
gaviotas que nos incitan a la libertad,
sus
pequeñas escaleras a la inmensidad,
sus
ventanas, su puerta
y un
anhelo de tenerte que no acaba;
un
cielo arriba que te cuidará
cuando
yo falte.
Nuestra
casa tiene una habitación que no se ve
pero
que nos pertenece,
un
sol creciendo como mi amor:
esa
cúpula que nos aguarda sonriente,
ese
pequeño crepúsculo que nos sitúa;
naturaleza
y humanidad.
Yo la
tallo con detalle
y la
luz de mis deseos está por dentro.
Yo la
tallo con detalle,
la
imagino;
lo que falta
cuando
vengas y me abraces;
entonces
aparecerá.
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