viernes, 6 de septiembre de 2013

El arco

En los instantes donde
prácticamente pocas cosas tiene sentido,
flota entre mis aguas este febril sentimiento hacia ti,
donde imagino que este recordarte
es una muestra más de mi absurda necesidad de poseer,
porque ni siquiera liberarte de mí, puedo.

Ya mis dedos sangrantes y temblando,
tensan el arco que aprisiona a la flecha de tu alma,
flecha destinada al aire, al vuelo,
a la razón vital de las aves,
a la esencia de las voces.

No hay necesidad de retenerte
ni como dolor ni como anhelo;
que seguramente te hará bien
recibir la parte que de ti me había quedado.

Siendo así; yo pasaré a formar parte
de la pluma más pequeña del timón que te dirige,
de la fuerza de tu vuelo,

de la cima de tus sueños.

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