También en la distancia mi
amor sucede,
se ejercita recordándote
en el alba
en su primer suspiro
matinal,
te repasa en este examen
de la vida
para que cuando vuelvas
te asombres de lo fiel que
ha sido a ti.
Mi amor goza en las tardes
de tu ausencia
las inesperadas
apariciones en que me acompañas,
los pequeños detalles en
que existes,
la fuerza con que
dulcemente
le golpeas la espalda a mi
memoria.
Lejos de mí te estoy
deseando
y entre las serranías y
estrechos de mi alma
te acerco a mí sobre mi
pecho
creciente, marina,
incesante,
cubres con tu caudal mis
hemisferios
y me amaneces en el cielo
de tu piel.
Apareciste en la tibieza
de la tarde
como traída por
angelicales mariposas,
te posaste en la tierra
agradecida
y en vez de haber latido,
mi corazón emprendió el
vuelo.
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