martes, 25 de febrero de 2014

Ecos

El eco de mi voz lo hacen tus ojos
y no podré cansarme del reflejo
            espejo de mí
            mar de esa sirena
            que es mi corazón
            imagen del amor que nos señala.

Las noches se hacen grandes
cuando hay dos que creen en el amor.

Hoy
bajo la miel que trajiste de tus manos, sonrío.
En dónde estaban esos labios que yo no conocía?
En qué prisión estaban tan lejos de mí?

Hoy que estás cerca de mi pensamiento
qué fácil es hallarte,
qué sencillo asirte a mi recuerdo.

La imagen de tu piel
es la montaña a que me arriesgo.

Saber de ti,
saberlo todo,
entender las tardes en que tu sol se duerme

para ser parte de tu noche.

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