El eco de
mi voz lo hacen tus ojos
y no podré
cansarme del reflejo
espejo de mí
mar de esa sirena
que es mi corazón
imagen del amor que nos señala.
Las noches
se hacen grandes
cuando hay
dos que creen en el amor.
Hoy
bajo la
miel que trajiste de tus manos, sonrío.
En dónde
estaban esos labios que yo no conocía?
En qué
prisión estaban tan lejos de mí?
Hoy que
estás cerca de mi pensamiento
qué fácil
es hallarte,
qué
sencillo asirte a mi recuerdo.
La imagen
de tu piel
es la
montaña a que me arriesgo.
Saber de
ti,
saberlo
todo,
entender
las tardes en que tu sol se duerme
para ser
parte de tu noche.
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