martes, 25 de febrero de 2014

Deshielo



La erosión surte su efecto donde la raíz no se mantiene.

Necesito tocarte para hacer uso y ejercer el delirio de mi tacto,
volver al origen primario con que los ciegos descubren al mundo,
formarme nuevas imágenes con la textura de tu cuerpo,
pulir la vocación de mi sentido,
masajearte con el óleo de mi amor sobre las manos.

Bajarme por tu cuerpo en el deshielo de mi piel,
sanar el cauce de tus ríos,
aliviar la sed de aquella fauna que te habita,
humedecer los pétalos de tu boca
con la caricia tierna de mi alma.

Tocarte para ser,
para ampliar a nuestros cuerpos en la dimensión infinita de un abrazo,
porque la virtud está basada en el amor
y el amor es demasiado bueno para darle entrada a los pecados.

Techar la casa de tu alma con mis palmas,
levantarla con los castillos de mis dedos
donde mi saliva sea la mezcla que sostenga tus paredes

y mi piel el terso suelo donde pisas.

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