viernes, 25 de octubre de 2013

Tu olor y el cuarto

 Te has ido.

Y no es este momento,
es cualquier instante en que no estás
cuando me siento desprotegido de tu olor,
crece un abismo en el centro de mi cuerpo
expandiéndose lentamente a mis extremidades
hasta dejarme pobre, inmóvil.

Y nada lo puede superar,
ninguna de estas cosas que veo en el cuarto
llega a interesarme
mi existencia está ligada a ti
a tu olor y a tu sonido
al sol de tu sonrisa que me cubre del frío
y refresca mis noches.

(La única noche que me gusta es la de tu cabello)

Bienaventurado soy por conocer tu olor.

Dónde está?
Resumen mis manos tan simples sin ti
tan insalvablemente inútiles sin ti…

Mientras sucumbo mansamente a llenarme de tu ausencia
cuando la nostalgia me rodea con sus brazos helados
y comienzo a ceder mi cuerpo a la nada
abres la puerta del cuarto y me dices
(con tu olor, siempre con tu olor)

que estás de vuelta.

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