No sé
tal vez
con el permiso divino y el
humano de tus padres
por la primavera de tu
juventud
por la necesidad imperante
que me abate
por el gusto de la humedad
por tenerte más cerca de
lo normal
y romper con la distancia
del aire
para ignorar nuestras
raíces
…o para unirlas…
para entender cómo es que
me hablas
para marcar la libertad de
la elección
que nos hace únicos y
hermosos
para ampliar nuestro
horizonte
para cumplir con una de
las actividades
más antiguas
para tocar el paraíso por
pedazos
y tener otra razón para
vivir
para que entonces
permitamos al silencio que
hable por nosotros
para intercambiar buenos
deseos
y felicitaciones atrasadas
porque el otoño también me
ha deshojado
porque te veo y quiero
saltar a ti como una
fuente
porque dentro de este
universo
tú y yo nos hemos
encontrado
para que la suerte y el
azar
tengan otro pretexto para
ser
para convertir otro sueño
en realidad
para decirle al mundo que
sí se puede
para tener un recuerdo
lindo en el futuro
para que sea nuestro
tiempo el que comience
para asir a la verdad
y comprobar que existe
para establecer un nuevo
borde
que a nosotros no limite
para formar un pequeño
pacto
que nos ocupe por
instantes
o solamente porque sí
y para que después de este
preludio
podamos contarnos, al fin,
ese secreto
que sólo se puede decir de
boca a boca
y que la gente llama
beso.
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