viernes, 25 de octubre de 2013

Carta adolescente

No sé
tal vez
con el permiso divino y el humano de tus padres
por la primavera de tu juventud
por la necesidad imperante que me abate
por el gusto de la humedad
por tenerte más cerca de lo normal
y romper con la distancia del aire
para ignorar nuestras raíces
…o para unirlas…
para entender cómo es que me hablas
para marcar la libertad de la elección
que nos hace únicos y hermosos
para ampliar nuestro horizonte
para cumplir con una de las actividades
más antiguas
para tocar el paraíso por pedazos
y tener otra razón para vivir
para que entonces
permitamos al silencio que hable por nosotros
para intercambiar buenos deseos
y felicitaciones atrasadas
porque el otoño también me ha deshojado
porque te veo y quiero
saltar a ti como una fuente
porque dentro de este universo
tú y yo nos hemos encontrado
para que la suerte y el azar
tengan otro pretexto para ser
para convertir otro sueño en realidad
para decirle al mundo que sí se puede
para tener un recuerdo lindo en el futuro
para que sea nuestro tiempo el que comience
para asir a la verdad
y comprobar que existe
para establecer un nuevo borde
que a nosotros no limite
para formar un pequeño pacto
que nos ocupe por instantes
o solamente porque sí
y para que después de este preludio
podamos contarnos, al fin, ese secreto
que sólo se puede decir de boca a boca
y que la gente llama

beso.

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