I
Hoy me levanté en la noche
a buscar a mi gatito.
Vi que no tenía nada a qué
temer
(mi gatito me acompaña
durante mis sueños).
Me dormí bajo la espera de
mi noche,
me levanté para certificar
que aquella cosa que yo
estaba abrazando
era la nada.
Un gatito maúlla:
mi gatito canta.
Hay veces que quisiera
callar a mi gatito
porque en la noche se me
pierde su voz.
II
Mi gatito se acurruca,
llena mi cuerpo de calor,
y cuando no lo veo
y cuando mi corazón no lo
escucha
yo me despierto
porque supongo
que mi gatito estará por
la mañana
(aunque esta verdad sea
pasajera).
III
A veces mi gatito
tiene la voz que más me
inspira,
y su mirada,
dentro de todo su silencio
posible
siempre me está invitando
al porvenir.
Mi gatito tiene un osito,
un osito noble y de gran
corazón.
El osito lo acompaña por
las noches
nadie lo sabe
pero mi gatito
en algunas lunas
me lo recuerda
y para mi gatito
eso es suficiente.
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