Ahí los pasos.
La calle estrellada de pasos, repasos y sonidos.
Cataluña tiene grande el corazón como las nubes,
baja a tomar agua al mar con la candidez solar.
La Europa tiene tanto de La América, que no se aguanta.
Quién o qué fue primero? En qué ha devenido? Cuál es la
propaganda?
Las calles se levantan en homenaje a la descendencia,
a ti, a tu nombre.
Me recuerdan al hombre que vi firmando con mi apellido
en una tienda de fotos de España, a quien jamás conocí.
Estaba claro.
El apellido es igual; las historias: jamás serán las mismas.
El apellido es igual; las historias: jamás serán las mismas.
La vuelta de ser,
siempre conlleva algún antecedente.
II
Imagino tus ojos,
lo que ven,
lo que descubren.
Los pies fríos y congelados sobre la aventura,
la piel suave, el frío en el rostro,
los tres suéteres que seguramente traes.
La sangre se sigue,
los pasos,
la voz,
el tiempo con su limitada dimensión,
los pies que con el ritmo logran apoderarse de ti.
La sangre, los pasos, la voz, el tiempo,
los pies, la nada, el todo, la familia,
tu raíz,
La raíz con tu nombre y apellidos.
Tú. Mi hija.
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