La huella de ti no se
comprende.
Tu huella es este olor en
las afueras de mis labios
y que acerco a mi nariz
para sentirte
tu huella es la palabra
dulce que me entregaste
lo que jamás escucharé de
tu garganta
lo que imaginaré para una
verdad
que sea sólo mía.
Tu huella está aquí en el
beso que me diste
en el pezón que dejaste
caer entre mis manos
en la cadera a que mis
dedos se entregaron
en la saliva
de savia, sal y jugos que
me donaste.
En esta noche oscura donde
habito
quiero la dirección de tu
cuello para ir
busco el sonido de tu beso
para encontrarme
labios y humedad.
Pequeña mujer dame tu
abrazo sencillo
no me prometas nada, que
nada te creeré
dame tu aliento que tengo
hambre de ti
dame tu piel que tu
corazón lo dejaré
para una mañana en que no
tengo
nada qué comer.
Así, lejana, sencilla
fuera de mí
me quedo con la huella
de tu no amor.