sábado, 7 de diciembre de 2019

Balada para José



“Él sabe a dónde llega.. por eso nos eligió”.
David Eduardo E.
I
Llegaste tan de sorpresa
pequeño,
abrazabas mi pulgar con tus manos diminutas
mientras te llenábamos de besos en la voz
durante el mes que fue tu casa el hospital.

II
Dos años sin una línea, sin el verso trepidante,
con la mente disfrutando de tu vida.
Cómo no amar el cabello, la piel,
el hoyuelo que me trae la sonrisa de tu abuelo
o la honesta carcajada en que me envuelves
cuando juegas y te vas corriendo a que te encuentre.

Lo fascinante de la vida son las sorpresas
que nos tiene preparadas a la vuelta de la esquina,
al apretar los ojos para ver entre la niebla
y descubrir ese misterio que rodea.

Qué noble, qué íntima y qué delicada
es la enseñanza entre padres e hijos
porque es de ida y de vuelta;
ambos crecen,
ambos se regalan,
se saben,
se aprenden
se aman.

III
Es fuerte la emoción con que te escribo
porque he sido testigo también de tus tres hermanas,
ustedes son la realidad que me despierta
y me permite bendecir cada mañana.

Ya tengo que terminar estos versos
porque es tu voz la que me llama para el juego
con esa urgencia de que el mundo se acabara
y es imposible que me pierda yo la cita
que para verte crecer y ser feliz,
vamos! Tu padre te acompaña.

De lo inacabado